jueves, 19 de noviembre de 2015

¡ESA CRUZ ES MÍA!

Por Rev. Edgar Salas R. Basado en la obra “En mi lugar”.

Personajes:
  • ·        Barrabás
  • ·        Sotmes
  • ·        Dimas
  • ·        Esposa
  • ·        Soldado 1
  • ·        Soldado 2
  • ·        Hermana
  • ·        Hijo


(Toda la escena se desarrolla dentro de un calabozo…Entran en escena los soldados con Dimas, Sotmes y Barrabás, empujándolos y éstos resistiéndose. Lo sientan y les ponen el cepo en los pies.)

Soldado 1: ¡Vamos caminen ratas inmundas!... ¡Caminen a su cueva… jajajaja!.
Barrabás:  Me la pagarás.. ya verás.. me la pagarás… Deja que salga de aquí, lo lamentarás.. oh, sí… lo lamentarás.. mataré a tu esposa y a tus hijos delante de tus ojos, los degollaré uno por uno y me emborracharé con la sangre de ellos y luego te ahorcaré lentamente con las entrañas de ellos… jajajaj.  Sí, con sus tripas te ahorcaré.. jajajaj… sí… así lo haré.
Soldado 1: ¡Cállate! Maldito!... ¡cállate!!! (lo golpea y patean, luego los encadenan en la cárcel). Jamás harás eso, porque de aquí saldrás al lugar de la Calavera donde te clavaremos en una cruz, donde sólo bajarás muerto. Invitaré a mi esposa y mis hijos para verte morir poco a poco en esa cruz.. jajajjaja.
Soldado 2: Sí,  y luego te lanzaremos al Geena, al basurero de Jerusalén.. como basura que eres.
Sotmes:      Nadie puede hacerle eso a Barrabás, él saldrá de aquí, siempre lo ha hecho, no es primera vez que estamos en este calabozo y Barrabás siempre ha encontrado la manera de salir, Barrabás saldrá y nosotros con él.. Uds. No podrán con el Gran hijo de Rabás.
Soldado 1: (Lo golpea) ¡Cállate infeliz!, esta vez ustedes no escaparán… morirán con su jefe, ya las cruces están preparadas para Uds. ¡Hoy mismo serán crucificados!. No le daremos tiempo para escapar.
Dimas:       Esperen… ¿y no nos juzgarán?... deben juzgarnos primero.. tenemos derecho… apelamos a la ley romana… nadie puede ser condenado sin un juicio, sin escuchar a sus acusadores.
Soldado 1: ¿Juzgarlos a Uds.? …Pilato ya sabe de sus fechorías, de sus asesinatos, de sus escapadas de la cárcel, de su odio al Imperio –Romano. Además, La Ley Romana es para los ciudadanos romanos… y Uds. son judíos. Pilato no necesita juzgarlos… él los desprecia y quiere verlos muertos a los tres….
Soldado 2: Y sobre a todo a ti.. Barrabás.
Soldado 1: Pilato sabe que a ti te odian en Jerusalén y nadie, en todo Israel, levantaría su voz jamás para defenderte.
Soldado 2: Uds. Están perdidos.. todos quieren que Uds. Mueran.
Dimas:       Un momento, pero ¿qué de nosotros?, eso es con Barrabás, ¿pero nosotros?. (Salen los soldados).
Sotmes:      ¿Qué te pasa a ti miserable?... ¿Te crees inocente de las fechorías que hemos hecho juntos?.. ¿te crees mejor que nosotros?... ¿o es que te avergüenzas de seguir a Barrabás?.
Dimas:       Reconozco que he estado apoyándolos en todo, pero quiero que Pilato sepa que estoy arrepentido de mis fechorías.
Barrabás:  ¿Arrepentido?... ¿arrepentido?... ¿de qué hablas miserable?... Gracias a mi has llevado comida a tu casa, gracias a nuestras fechorías, te has alimentado tú y tu hijo… ¿Se te ha olvidado?.
Dimas:       No, no  se me ha olvidado, pero después de ver como mataste aquella mujer indefensa que te quiso denunciar, dejando huérfanos a sus niños, recuerdo como aquellos soldados mataron a mi esposa por no querer llevarle su carga por una milla, dejándome sólo con mi hijo. Por eso te  seguí Barrabás, porque quería vengarme de los malditos romanos por haber matado a mi esposa, pero tú eres igual que ellos Barrabás…
Sotmes:      (Muy colérico), ¡Cállate, cállate, maldito!... no le hables así a Barrabás… si no fueran por estas cadenas te materia ahora mismo…
Barrabás: ¡Déjalo Sotmes!... Él cree que el reino del César podrá perdonarlo… ahora cree que la justicia del reino Romano es mejor que mi justicia… Dimas, por más que te arrepientas antes las leyes de este reino no te escaparás de la cruz que te espera. ¿Quién se acuerda de ti en este reino?... ¿Pilato?... jajajaj… ¿Crees que Pilato sabe cómo te llamas?...  Eres basura Dimas, una basura como yo, olvidado en esta oscura cárcel. Arrepentido.. ¡Bah!... ¿Quién podrá perdonarme a mí por más que me arrepienta?...
Sotmes:      Estoy contigo Jefe, yo no estoy arrepentido, de ser junto contigo, el terror de Israel… Me gusta que me digan ¡eh mira! Sotmes anda con Barrabás… y todos salen corriendo y me temen.. jajajaja.. Me gusta estar con los valientes, me hace sentirme seguro.. .y no cobarde como tú Dimas… No te preocupes, Barrabás sabrá como sacarnos de aquí, él se salvará de esa cruz y nos salvará a nosotros también con él… Aunque no lo merezcas Dimas.
Dimas:       No Sotmes, no quiero salir para seguir haciendo lo mismo, no quiero escapar, lo que quiero es ser perdonado, quiero que mi hijo se sienta orgulloso de mí y no avergonzado al verme colgado en una cruz como un criminal.
Barrabás: ¡Ah! Ya cállense!!!

II ESCENA

(Se abre la puerta de la cárcel, entra la hermana de Barrabás y el soldado le dice, entra pero sólo un momento)                                                                                         

Rebeca:      ¡Barrabás… ¡Barrabás!...  (se arrodilla y llora).
Barrabás:  ¡Rebeca!... ¿Qué haces aquí?... ¿cómo te dejaron entrar?
Sotmes:      ¿Cómo la dejaron entrar?... ¿y lo preguntas?... ¿Qué soldado no conoce tu hermana…? Jajaja.. .ella se a acostado con toda una legión romana…jajaja.. ¿Cuántas manos te agarraron antes de llegar aquí?... jajaja.
Barrabás:  ¡Cállate infeliz!.... ¿Qué haces aquí Rebeca?.
Rebeca:      Hermano, supe que te atraparon de nuevo y te traje esto (le pasa un pan a través de la ventana, Barrabás se lo pasa a Sotmes y éste le da u pedazo a Dimas).
Barrabás:  ¿Por qué te arriesgas?.. Aquí pueden hacerte mucho daño.
Rebeca:      Es que temí por ti y tu sabes que…
Barrabás:  ¿Hasta cuándo estarás cuidándome?... déjame en paz, ya no soy el niño que tuviste que cuidar desde que murió nuestra madre, tú perdiste tu niñez por atenderme a mí y llegaste a ser una prostituta para llevar alimento a casa. Mira en lo que te has convertido por mi culpa… en una Ramera…
Rebeca:      Sí, Barrabás, se que desde que murieron nuestros padres, tuve que vender mi cuerpo para sobrevivir, pero ¿sabes?.. encontré a un hombre… un hombre que…
Sotmes:      Querrás decir otro hombre jajaj.. otro hombre que  te ofrece sacarte de la miseria y la pobreza… otro hombre que a cambio de tu cuerpo te ofrece pan… ¿verdad?
Rebeca:      Te equivocas Sotmes, este hombre es diferente, me salvó de ser apedreada por los fariseos, porque me descubrieron cometiendo adulterio con un hombre casado…
Barrabás:  ¿Te salvó que te apedrearan?... ¿qué hizo?... ¿les cayó a palos?.. ¿a pedradas?.... Quiénes más estaban con él?, ¿a cuál banda pertenece?.
Rebeca:      no, nada de eso, los fariseos, no sé por qué, pero me llevaron hacia él, y le preguntaban si debían aplicar la Ley de Moisés conmigo.
Dimas:       La Ley de Moisés dice que debías ser apedreada… por tu pecado.
Rebeca:      Si, así es, ellos querían que aquél hombre también me acusara,  parecía que los fariseos estaban tentándole para ver si él observaba la Ley de Moisés o no.
Barrabás:  ¿Y qué dijo?... habla mujer!!!.
Rebeca:      Mientras el pueblo gritaba que me apedrearan, él escribía en el polvo con el dedo en silencio, y cuando ellos callaron él se levantó y dijo: “Si alguno de Uds. Está sin pecado, lance la primera piedra”.
Barrabás:  Ja jajajaja--- vaya, vaya… ese tipo como que conocía las travesuras de los fariseos, a lo mejor tiene hermanas rameras que le informaron que todos ellos habían pasado por las piernas de ellas.. jajajaj… ese tipo estaba bien informado.
Sotmes:      O puede ser uno de tus viejos clientes, que lo tenías informado de la hipocresía de esos religiosos verdad?... Sé que varios de la sinagoga, fariseos y saduceos, son clientes tuyos… tú le dijiste a él sus faltas a la ley.. ¿verdad?.
Rebeca:      No, no, se equivocan.. a ese hombre yo no lo conocía.. era primera vez que lo veía.. pero él me miró como si me conocía desde hacía mucho tiempo.
Dimas:       Pero sigue.. sigue… ¿qué sucedió?... ¿qué dijeron los fariseos?.
Rebeca:      Nada, no dijeron nada, sólo se fueron uno a uno en silencio, todos los hombres que me acusaban se fueron.
Barrabás:  ¿Y él que te dijo?.
Rebeca:      “Ni yo te condeno, vete y no peques más”.
Sotmes:      Si ese hombre en verdad te conoce, sabe que es imposible que tú dejes de ser una ramera… son muchos años en esa vida para que tú puedas dejar esa profesión.. Ese hombre no te conoce ¿verdad mi gatica?... jajajaj.
Barrabás:  ¡Silencio miserable!... Rebeca… ¿cómo se llama ese hombre?
Rebeca:      Jesús, se llama Jesús.. y por Jesús.. que no volveré a mi vieja vida, él me perdonó, él me perdonó.. y por él, por Jesús… no volveré a ser la ramera que conociste Sotmes… nunca jamás Sotmes, nunca jamás.. por Jesús, por Jesús.. nunca jamás. (El soldado abre la puerta y la saca de escena.)
Dimas:       ¿Puede ese Jesús perdonar pecados?... los fariseos dicen que sólo Dios puede perdonar pecados… quizás este Jesús es un enviado de Dios.. Quizás él si crea que yo estoy arrepentido y que deseo ser perdonado.
Sotmes:      ¡Dimas, Dimas, gallina pestilente!, ese Jesús está interesado es en perdonar a las mujeres y mujeres apetitosas como rebeca… ¡Anda, vístete de mujer!... y llégale y dile: (imitando la voz de una mujer).. Señor Jesús, estoy arrepentida de ser una loca… perdón… perdón, perdón.. jajajaj.
Barrabás:  ¡Basta..! a ese Jesús quiero conocerlo.. al salir de aquí voy a buscarlo, si está en contra de los fariseos, saduceos y romanos, ese hombre tiene que ser de nuestra banda… quiero recularlo para mí, no me gusta tner competencia, y a éste le van a temer mucho.
Sotmes:      Pero no más que a ti Barrabás, tú eres el mejor, nadie más temido que tú, tú hubiera hecho lo mismo, tú hubiera liberado a tu hermana igualmente. Claro, cortándole la garganta a esos hipócritas religiosos.. jajajaj.

III ESCENA

Entra en escena el soldado 1 con la esposa de Sotmes y el hijo de Dimas, entra poco después empujado por el soldado.
                                                                           
Soldado:    La familia de ustedes se quieren despedir antes que mueran.. jajaja.
Sotmes:      Qué concurrida está nuestra celda, cualquiera diría que vamos a morir hoy… ¿para qué viniste?... ¿vienes a seguir atormentándome con sus espíritus y hechicerías?.. Si me fui de la casa es que no quiero estar con una endemoniada mujer como tú.. ¡Déjame en paz!.
María:        Vine porque soy tu esposa.
Sotmes:      ¡¡Por favor…!
Dimas:        (entra el hijo de Dimas)..Hijo.. hijo mío… (abraza a su hijo) ¿por qué lo trajiste aquí (refiriéndose a su esposa).
Soldado:    ¡Apúrense y aprovechen la concesión que le da el imperio romano antes de ser crucificados (sale).
Hijo:           Papá, supe que te habían atrapado y como nunca paras en casa, decidí venir a verte aquí. Me haces falta papá.
Dimas:        Hijo, perdóname por el mal ejemplo que te he dado durante todo este tiempo, creí que con el fruto de la delincuencia podía darte una vida mejor, pero me equivoqué hijo, me equivoqué.
Hijo:           Te entiendo papá, sé que tú lo hacías por mí, pero saldrás de aquí y comenzaremos de nuevo.
Sotmes:      Claro que saldremos de aquí … Barrabás nos sacará..
María:        Sotmes, el carpintero ya hizo las cruces y están allá afuera, son tres, creo que este es el fin Sotmes.
Sotmes:      ¡Calla!.. endemoniada.. estoy cansado de lo que te dicen tus espíritus, siempre profetizando lo malo y la desgracia.. tus demonios me tienen loco.
María:        Ya no Sotmes, los siete espíritus que tuve, ya no están conmigo.
Sotmes:      ¿Ya no tienes los siete?.... ¿cuántos tienes ahora?... ¿una legión?.. jajaja.
María:        No…. gracias a Jesús, ya no tengo demonios que me atormenten ni que te atormenten a ti.
Barrabás:   ¿Qué..? ¿Jesús otra vez?
María:        ¿Uds. Conocen a Jesús?... ¿ya le conocen?.
Dimas:        Supimos que salvó de ser apedreada a Rebeca la Ramera.
Sotmes:      De qué hablas maldita mujer… qué te hizo ese hombre?
María:        En verdad no lo sé muy bien, lo cierto es que pasaba cerca de mí y comencé a estremecerme.. sentí mucho miedo, los espíritus comenzaron a hablarle a él, él los mandó a callar y salieron de mi con gran fuerza. Desde ese momento me siento liberada de las cadenas del demonio y no hago ahora cada vez que le veo o le recuerdo.. no paro de llorar.. en la casa de Simón, traté de hablarle a Jesús para agradecerle lo que hizo por mí pero no hacía más que llorar y mojé con mis lágrimas sus pies y tuve que secarlo con mis cabellos.
Sotmes:      ¿Y dejaste el negocio de adivinación en Magdala?... esa era la fuente de tus ingresos tonta mujer… sin esos espíritus ¿ahora de qué vas a vivir?.
María:        Desde ese día he estado siguiendo a Jesús junto con otros, le seguimos donde él va y no nos ha faltado pan a ninguno.
Hijo:           Si, papá, yo le conozco, lo conocí en la montaña junto a una gran multitud, a la hora de la comida, él me mandó a llamar y me preguntó que llevaba, y le dije que unos panes y unos peces, aquellos que me diste tú, la última vez que nos vimos y me los pidió.
Barrabás:   ¡Qué¡, ¿ese miserable te quitó la poca comida que te dio tu padre?... ¿Quién se cree que es?.. Sabía que no era tan noble como parecía.. es un miserable.. lo mataré cuando salga.
Hijo:           No, Barrabás, Jesús no hizo eso, él bendijo mis panes y mis peces, los partió y le dio a todos los que estaban presente para que comieran con él.
Dimas:        ¿Cuántos eran  hijos?, ¿cinco?, ¿ocho?.
Hijo:           No papá, eran como cuatro mil personas, según contó uno de sus discípulos.
Barrabás:   ¿Cuatro mil…? ¿alcanzó para todos?... ¡imposible!, niño mentiroso, farsante.
Hijo:           Es cierto, yo lo ví, y no sólo eso, sino que me devolvió siete canastas llenas de peces y panes.
Sotmes:      Creo que fue al revés… Jesús asaltó a cuatro mil personas y le dio parte del botín al niño, sí, eso fue lo que pasó.. jajajaja. Tan grande fue el botín que le regaló siete canastas llenas a tu hijo Dimas… jajaja.  Ese sí es un buen tipo, se parece a ti Barrabás.. jjajajja.
María:        No, no se parece a ti Barrabás, él da a las gentes y tú les quitas.
Dimas:       ¿Qué les da María..? ¿qué les da Jesús a las multitudes?.
María:        Les da pan, les sana  sus enfermedades, los libera de los demonios y algunos dicen que hasta ha resucitado muertos. Pero lo más hermoso es que nos da Palabra de Dios, no como los fariseos, sino como uno que tiene autoridad, como si viniera del mismo cielo.
Dimas:       Tengo que hablar con ese Jesús, él si podrá perdonar mis pecados, él si podrá darme el consuelo que necesito. ¡Sáquenme de aquí, quiero ver a Jesús, quiero ver a Jesús, Suéltenme, suéltenme!.

(Entra el soldado).

Soldado:    ¡Qué escándalo es este, salgan, salgan. Uds. De la celda.!!! (saca a María y al hijo de Dimas).
Dimas:       (Gritando)… Suéltenme, quiero ver a Jesús, quiero ver a Jesús,  suéltenme, suéltenme.
Soldado:    (le golpea).. Cállate imbécil.. verás a tu Jesús.. claro que verás a tu Jesús. Pilato lo está juzgando en el patio con el pueblo, y es posible que caiga aquí con Uds. En esta cárcel.
Barrabás:  ¡Lo están juzgando?.. pero.. ¿qué hizo?.. Según lo que dice mi hermana, la esposa de Sotmes y el hijo de Dimas, parece que es un buen hombre, no un criminal.
Soldado:    Así, así acaba de decir Pilato, que no encuentra ningún delito en él.
Barrabás:  Entonces por qué le traen a Pilato?
Soldado:    Porque dijo que es un Rey.
Barrabás:  ¿Un Rey?... Yo soy el Rey de los maleantes y delincuentes.. ¿es que él quiere quitarme mi lugar?
Soldado:    No, él dice que es Rey de los Judíos.
Sotmes:      Si es rey de los judíos por qué el pueblo no lo libera de las garras de Pilato?
Soldado:    El pueblo es quien lo acusa influenciados por los fariseos y los principales del templo.
Dimas:       El pueblo no lo quiere?.. pero si les ha hecho bien, si no es rey de ellos, entonces ¿de quienes es él Rey?...  ¿de dónde es su reino?... ¿de qué país vendrá?... (Pensando y mirando hacia arriba) estoy seguro que en el lugar donde él es Rey, hay justicia, misericordia y perdón, ¡cómo quisiera estar en su reino!.
Soldados:   ¡Basta! ¡Cállense!.. los dejo, porque deseo saber que van a hacer con el tal  Jesús.. el Rey de los Judíos jajaja. (hace que se va y se regresa) ¿Ah! Les recuerdo que hoy es pascua judía y se acostumbra a soltar un preso como demostración de la misericordia del César hacia este miserable pueblo. A lo mejor te sueltan a ti Barrabás.. jajajaj (sale el soldado).
Barrabás:  Soltarme a mí ¿ je.. Siempre sueltan al que se ha portado bien en la cárcel, al que menos mal ha hecho, sueltan a los pusilánimes como Dimas… Todo eso es una patraña.. si el imperio romano perdonara de veras, me soltarían a mí, un verdadero criminal.. Eso sí sería misericordia.. eso sí sería un verdadero perdón.. soltar al que no lo merece..jajaja soltarme a mi.. jajajaj.
Sotmes:      Barrabás.. si te sueltan me llevas contigo.. no te olvides, si te salvas tú, sálvanos a nosotros contigo.. recuérdalo.
Barrabás:  ¡Ya! ¡Cállate imbécil.!. Pilato jamás me soltará, esto enfurecería al pueblo, estos judíos quieren verme muerto. Pilato sabe que si le preguntan al pueblo si quieren que me suelten jamás le dirían que sí.

(Se escucha mucho ruido afuera)

Dimas:       ¡Silencio!.. escuchen.. allá afuera que dice la gente?
Multitud:   (Fuera del escenario) ¡A Barrabás, suelten a Barrabás!!
Sotmes:      Escucha Barrabás.. dicen tu nombre, la gente te quiere Barrabás, la gente te quiere, quiere que salgas libre.
Barrabás:  (Escuchando atónito lo que grita la gente).. ¡Callen!.
Pilato:        (fuera del escenario) ¿Pero qué haré con Jesús?
Multitud:   ¡Crucifícale, crucifícale, crucifícale, suelta a Barrabás, suelta a Barrabás, crucifica a Jesús.
Barrabás:  (Aterrado).. ¿qué dicen esos miserables?.. Ellos me quieren a mí, que les he robado, matando a sus hijos, violando a sus mujeres y quieren que crucifiquen a Jesús, que les da pan, le sana sus enfermedades y lo resucita a sus muertos?.. qué dicen, qué dicen.. no, a Jesús no, no pueden crucificar a Jesús, yo debo ser crucificado pero él no. Esa cruz es mía.. soy yo quien debo morir… no debes llevar mi cruz Jesús.. esa cruz es mía.. es mía.

(Entra el soldado)

Soldado:    (Abriendo el cepo)

Barrabás:  ¿Qué haces maldito..?.. ¿por qué me sueltas?
Soldado:    Tienes mucha suerte Barabás, te soltarán a ti y Jesús morirá en tu cruz.
Barrabás:  No, no, no me sueltes, éste es mi lugar, (se pone de nuevo el cepo), suelten a Jesús, suelten a Jesús.
Soldado:    Eres libre imbécil, eres libre, te puedes ir. (le abre de nuevo el cepo lo mismo hace con los de los otros dos).
Sotmes:      Jajajaj, nosotros también estamos libre verdad?... Te lo dije Dimas, te lo dije, Barrabás nos sacará de aquí.. jajaja, estamos libres.
Soldado:    Cállate idiota, Uds. Dos serán crucificados con Jesús, las cruces los esperan allá afuera, caminen malditos.. (salen los soldados con Sotmes y Dimas. Queda Barrabás parado en la cárcel).
Sotmes:      No.. no, Barrabás, ayúdame, ayúdame.. (trata de agarrar a Barrabás pero él  está petrificado), ayúdame, no quiero morir Barrabás.
Soldados:   (El soldado lo desprende a la fuerza de Barrabás) ¡¡Caminen, caminen.!!!

Queda sólo Barrabás, se proyecta una sombra de una cruz en la pared y fondo musical.

Barrabás:  Esa cruz es mía.. Jesús.  Por qué tomas mi lugar?... ¿Por qué me buscaste si yo no te buscaba?.. (cae de rodillas) Me has perdonado Jesús.. tu muerte me da la libertad, bendito seas Señor.


FIN

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