SERIE
COMO SE FABRICA UN DELINCUENTE
Por Rev. Edgar Salas Rizzo.
Advertencia: El contenido de este drama
tiene el propósito de representar la cruda realidad de un hogar disfuncional a fin de
usarlo como base para una predicación evangelística. En la predicación se
debe dar la solución a esta problemática.
CASO II
EL HIJO
CONSENTIDO
(Entra el hijo
primero y le sigue la madre)
Hijo: ¡Te dije que no me voy a poner esa
ridiculez!...
Mamá: Pero hijo esos fueron los zapatos que mejor
encontré para ti, son lindos..
Hijo: Esos no eran los que yo quería.
Mamá: Pero hijo, los que tu quieres cuestan muy
caros..
Hijo: Y a mí que me importa?.. yo no me voy a
poner esos zapatos de chusma.. ¿te imaginas lo que van a decir de mí en el
liceo?.
Mamá: Hijo pero yo no gano lo suficiente para
darte ese gusto.
Hijo: Pero los vecinos son mas pobres que
nosotros y sin embargo sus hijos se visten mejor que nosotros.
Mamá: Bueno, eso es verdad.. voy a hacer el
esfuerzo hijo, voy a dejar de pagar en este mes la cuota de la lavadora y
reduciré un poco el mercado, para comprarte los zapatos que te gustan.
Hijo: Pero lo de la lavadora ya lo usaste
para comprarme la chaqueta negra que te pedí.. y no pienses que esta semana
volveré a comer puro espagueti y arepas.. Yo no voy a seguir comiendo basura.
Mamá: Pero hijo, no tengo con qué comprarte los
zapatos que te gustan.
Hijo: No me interesa… o me los compras tú o
los consigo por otro lado.. (toma un cuchillo de la cocina, lo mira, se ríe y
sin que la madre se de cuenta lo esconde)… pero una cosa quiero que sepas, que no me voy
a vestir como un loco.
Mamá: Hijo, sabes que te he dado siempre lo mejor
desde niño, los mejores juguetes, la mejor ropa, y eso sin la ayuda de tu papá.
Hijo: Ni me lo nombres… los hijos que tiene
de la otra mujer los viste mejor que nosotros.. y hasta comen mejor que
nosotros.
Mamá: Pero hijo,
no te has fijado donde vivimos?... En un barrio marginal, mira tu casa, las
paredes están sin frisar, la construcción está inconcusa.. ¿Por qué quieres vestir
mejor que s demás?...
Hij: Porque tú me enseñaste.. y ahora, después
que crecí ¿quieres que viva como un marginal?.. ¡No que vá!.
Mamá: Pero hijo, a lo menos reconoce todos los esfuerzos que he
hecho por ti.. Te compré un play station, una computadora, patines en línea
profesional, una bicicleta montañera y ni se diga de las gorras originales de
la liga americana.. qué importa si no te consigo esos zapatos?
Hijo: No me interesa, si tú me amas como
dices me los vas a conseguir..
Mamá: Pues ¡No!... no te los voy a conseguir
ahora.. mal agradecido… si quieres aparentar se un muchacho rico.. ponte a
trabajar..
Hijo: ¡No faltaba mas…!... (agarra los
zapatos baratos y los echa a un alado y sale).
Hija: (Entra cuando sale el hijo)… ¡Bueno! ¿y qué le pasa a ese loco ahora?.
Mamá: Hay hija, no sé que hacer.. tu hermano
ahora quiere un par de zapatos carísimos que vio en el centro… y no tengo con
qué comprárselo.
Hija: ¡Ah, sí!.. yo sé cuales son , en verdad
vale la pena tener unos zapatos así.
Mamá: Pero es que son
muy caros..
Hija: ¿Y eso qué importa?... los vale mamá..
Mamá: Es que no puedo seguir así.. yo le he dado
a ustedes siempre lo mejor.. en mi pobreza, he tratado de vestirlos bien,
muchas veces he tenido que trabajar el doble para darle sus gustos.. pero no se
conforman.. siempre ustedes quieren mas.
Mamá: Pero a cambio de qué hija?... no tienes 15
años y ya eres su mujer…
Hija: Hay mamá deja el fastidio.. ¿qué
quieres?.. ¿Qué siga pegada a ti?... ¡Mírate!.., no puedes comprarle los
zapatos que quieres mi hermano.. por mí no te preocupes, yo consigo lo mío a mí
manera.. jajaja.
Hijo: (Entra corriendo con unos zapatos en la
mano, se frena cuando ve a su madre y hermana, esconde los zapatos a sus
espaldas).
Mamá: ¿Qué pasa hijo?... vienes como alma que
lleva el diablo.
Hija: (Contenta, le quita los zapatos que
tiene oculto y se lo enseña a su mamá) ¡Mira mamá!... consiguió los zapatos que
quería..
Mamá: Hijo.. ¿cómo lo conseguiste?... ¿de dónde
sacaste dinero tan rápido?.
Hijo: Tranquila mamá, no me costó nada.. (se
quita sus zapatos y comienza a ponerse los otros).
Mamá: ¿No te costó nada?... ¿cómo es eso?.
Hija: Hay mamá déjalo quieto.. ¿te das
cuenta?.. esos zapatos sí valen la pena.
Vecino: ¡Vecina!, ¡vecina!... ayúdeme..
Mamá: ¿Qué pasó vecino?
Vecino: ¡Me mataron al muchacho vecina!... (llora)
Mamá: ¡Cómo va a ser?.. ¿y cómo fue eso?...
Vecino: Me lo mataron para quitarle los zapatos.. hay vecina que desgracia.. mataron
a mi hijo, vecina.. me lo mataron.. por unos zapatos como el que carga tu
hijo.. hay vecino que desgracia.
(Los tres se miran
entre sí)
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