lunes, 16 de noviembre de 2015

PERDÓNAME A MI TAMBIÉN

Por Rev. Edgar Salas Rizzo. 2004

ESCENA 1

Todo se desarrolla en el taller de un carpintero quien está ocupado en finalizar la última cruz.
(entra la esposa con su hijo trayendo agua)

Esposa:     Descansa un momento (le sirve el agua) no has parado de trabajar durante toda la noche.
Carpintero: (Para el trabajo y toma el agua) no  puedo parar, necesitan estas cruces para las 9 de la mañana de hoy se acerca la hora de la entrega.
Esposa:     ¿Para qué tanto afán?, ya tenías unas cruces amadas... ¿por qué tenías quehacer esta nueva?
Carpintero: (Volviendo al trabajo) ¡ah! porque ésta es especial... (golpeando duro con el martillo) porque esta cruz es para Barrabás.
Esposa:     (Soltando la jarra) ¿Barrabás?... ¿el asesino de nuestro hijo? (llora).
Carpintero: 'Sí!... ¡para ese maldito...! para él es esta cruz... esta cruz es especial... por eso busqué en el bosque la madera mas dura y pesada, quiero que cuando la lleve sienta mi venganza... quiero que ese maldito sufra... que sufra... (golpea con fuera).
Esposa:     (Lo detiene)... cálmate Jasón... ( se detiene), recuerda lo que nos dijo Jesús... el maestro... "amad a vuestros enemigos"
Carpintero: ¡Jesús!... ¡oh! esposa mía... ¿por qué todos no somos como Jesús?... Amable, misericordioso, dador de vida y no de.... muerte ¡como Barrabás!... ¡el maldito Barrabás!... asesino.. asesino...
Esposa:     Ciertamente él es el asesino de nuestro hijo mayor, pero recuerda que Jesús liberó a nuestro hijo menor (abraza al hijo).
Hijo:         Sí papá.. recuerda que Jesús me salvó de morir en el fuego o morir ahogado.
Carpintero: (abraza al hijo) Sí hijo... lo recuerdo cuando caí de rodillas ante él y le pedí misericordia porque tú padecías mucho.
Esposa:     Estábamos tan preocupados porque los discípulos de Jesús no podían liberarte de ese demonio, y habíamos perdido toda esperanza.
Carpintero: Si embargo Jesús escuchó mi ruego y reprendiendo aquél demonio te dejó libre y quedaste sano desde aquella hora.
Esposa:     Jasón, gracias a Jesús a lo menos tenemos vivo a uno de nuestros hijos.
Carpintero: Así es mujer... gracias a Jesús nunca podré agradecerte ese milagro y le amo por eso.

(Entra un soldado con violencia a la casa)
Soldado:     ...¡Bueno... ¿ya está la cruz? (sala la esposa asustada de la escena).
Carpintero: ¡Sí!, ya está lista... lista para que la cargue ese miserable.
Soldado:      (examinando la cruz)... Vaya, vaya... esta cruz es la mejor que has hecho... en verdad te dedicaste, se ve odias a  Barrabás... jajaja..
Carpintero: Claro que le odio... ese hombre es enemigo de todos.. y debe morir... pero antes debe sufrir para que pague hasta el último de sus crímenes.
Soldado:     Allá afuera la gente está como tu... todos están pidiendo que lo crucifiquen... están furiosos.
Carpintero: Pilato debió haberlo matado junto con aquellos galileos, cuya sangre había mezclado con los sacrificios de ellos, o debió haber muerto junto con aquellos 18 sobre los cuales cayó la torre de Siloé.
Soldado:     ¡Jajaja!... creo que vas a gozar cuando lo veas colgado en tu obra maestra (vendo y tocando la cruz)... jajajaj.
Carpintero.: Ese espectáculo no me lo pierdo, no me separaré de esta cruz hasta que los demonios se lo lleven al mismo infierno... jajaja (ríen los dos).
Soldado:     Bueno... venía a decirte que la crucifixión se suspendió por los  momentos, porque Pilato mandó a llevar al galileo a Herodes.
Carpintero: (sorprendido) ¿cómo? ¿También es Galileo?... que coincidencia... debo la vida de mi hijo menor a un galileo y la muerte de mi hijo mayor a un galileo... ¡qué coincidencia!... espero que Herodes no lo perdone, quiero ver a ese criminal colgado en mi cruz (tocando la cruz).

ESCENA 2
(Entra en escena la hija)
Hija:           ¡Padre!
Carpintero: ¿Qué sucede hija?
Hija:           ¡¡El maestro....!!
Carpintero: ¿Qué le sucede al maestro?... ¿Qué necesita?
Hija:           ¡No!... no está... fuí al Monte de los Olivos a llevarle de comer y no lo encontré... ni a él ni a sus discípulos... padre, estoy asustada.
Carpintero: Tranquilízate hija... a lo mejor fue a Betania a casa de Lázaro, tú sabes que ese también es uno de sus lugares preferidos, o a le mejor se fue temprano a Galilea... ¿no te conformas con que pasó toda la noche en nuestra casa con sus discípulos?
Hija:           ¡Oh! ¡qué hermosa noche!... tener a Jesús y sus discípulos tan cerca de nosotros… gracias padre por prestarle el aposento alto al maestro, tú has sido tan bueno con él… ¿recuerdas cuando le prestaste el pollino, cuando te lo pidió…? Qué alegría cuando él entró a Jerusalén montado sobre tu pollino… ¡hay papi! Tú eres tan bueno con Jesús…
Carpintero: ¡Bueno no! Hija, … ¡Agradecido!... ¡Agradecido!... ¿cuántas maravillas ha hecho Jesús por nuestro hogar… ¿ son tantas que cualquier cosa que yo le dé al maestro o le haga no será nada. Nunca podré pagarle el favor de haber entrado en nuestra familia. A ti te curó de aquél flujo terrible de sangre que tenías..
Hija: Lo recuerdo, tú y mi mamá habían gastado todos sus ahorros en médicos, eso fue lo que te llevó a intentar buscar la cura con los espíritus del  cementerio, que tampoco pudieron curar el mal… pero sólo tocar el manto del maestro fui sanada.
Carpintero: Cierto…. Y ¿recuerdas cómo sanó a tu madre?... la pobre, desde que dio a luz a tu hermano, hace 18 años comenzó a encorvarse, y yo de bruto seguía intentando curarla con el espiritismo… sin embargo Jesús la enderezó.. ¡así de fácil..! sólo con su palabra.
Hija:           ¿Y lo que hizo contigo..?
Carpintero: ¡Ja! …¡no me lo recuerdes!.. me da vergüenza… eso me pasó por estar tratando con espíritus de los muertos, quise usarlos a ellos pero ellos vinieron a morar en mí… Llegué a tener dentro de mí hasta una legión…. Brrrr… Creo que eso fue lo que afectó a tu hermano cuando trataba de suicidarse con el fuego o con el agua… pero gracias a Jesús que fuimos liberados de esos demonios… ¡Bendito sea Jesús!.
Hija:           Sí, bendito sea, él es el Mesías que esperábamos… (piensa)… aunque él dijo que tenía que morir, que para eso vino… para morir..
Carpintero: ¿Morir?... Bah… eso es lo que quieren los hipócritas de los fariseos y saduceos … matarlo… pero yo no lo permitiré. Yo impediré que esos salvajes le hagan daño al maestro. ¿Por qué no se ocupan de perseguir a los que hacen el mal?... Deberían alborotar al pueblo en busca de los asesinos de su  pueblo, antes de buscar matar al salvador del pueblo.
Hija:           ¡Por cierto!... cuando venía observé un alboroto en el palacio… parece que están pidiendo a Pilato que crucifiquen a alguien.
Carpintero: ¡Ah! Sí.. acabo de terminar esta cruz para él… ¡Por fin! Hoy va a ser crucificado Barrabás.
Hija:           ¿A Barrabás…?.. a el….
Carpintero: Sí, hija, el asesino de tu hermano… (viendo la cruz) esta cruz es para él.. La Escritura dice: “maldito es quien muere en un madero”… y eso es lo que quiero que Barrabás muera como un maldito… La cruz es el mejor instrumento para hacer pagar a los criminales. Los idólatras, los blasfemos, sus delitos… La cruz es ideal para castigar a todos los que ofenden a Dios y hacen sufrir al prójimo.

(Entra el soldado – sale la hija- )
Soldado:     (se sienta y se quita el casco…) ¡Uf!... qué pérdida de tiempo… el tipo no aprovechó defenderse ante Herodes… no abrió su boca para nada.
Carpintero: ¡Qué podía decir ese delincuente ante Herodes?... Herodes es otro criminal… ¡igual que él… ¡es idumeo!, enemigo de Israel….
Soldado:     Eso mismo dicen los sacerdotes del prisionero.. que es enemigo de Israel… Vaya, nunca había visto a esos religiosos tan disgustados… lo quieren ver muerto… bueno ellos quieren que nosotros los romanos le matemos.
Carpintero: Jajajajaj, sí, los sacerdotes y fariseos logran matarlo, serán mis mejores amigos… jajajaj.
Soldado:     Bueno, apúrate, que la crucifixión de los ladrones se aproxima (se coloca el casco).
Carpintero: Ya está lista para guindar a ese maldito… pero quiero pedirte un favor.
Soldado:     A ver.. ¿cuál?.
Carpintero: Hazlo sufrir, antes de llevar la cruz… quiero que sufra, que sufra mucho..
Soldado:     Para mí será un placer, yo a ti te debo el favor de haber hablado con mi madre muerta cuando tenías tus consultas en el cementerio.
Carpintero: ¡Calla!.. esa fue mi vida vieja, ya fui liberado de las cadenas de oscuridad..
Soldado:     Creo que eres de mas ayuda como espiritista que como carpintero… jajajaj.
Carpintero: ¡No! Nunca volveré a esa vida, ahora vivo para servir a quien me liberó y para ver morir a quien mató a mi hijo.
Soldado:     Está bien… te haré el favor.. (agarra un palo) ¿qué te parece si le pego con este palo?
Carpintero: ¡No!, con ese no (saca otro) mejor con este, es mas pesado y podrás fracturarle una costilla (golpea la mesa con el palo).
Soldado: ¡Huy! (viendo el palo) que malo eres… jajajaja. (hace que se va)
Carpintero: ¡Espera.. espera! Mejor pégale con esta rama de espinos, hasta desgarrarle la espalda…
Soldado:     (viendo la rama)… no… tengo una mejor idea … (empieza a fabricar la corona de espinas y hace mofas con ella)… se ríes nos dos.
Carepintero: (Busca los clavos y s elos da al soldado)… Toma.. lleva estos clavos.. los mas gruesos que tengo… .Clávalos poco a poco  pero con fuerza… (se ríen los dos).
Hijo:           (Entra corriendo)… ¡Papá…papá!.
Carpintero: Un momento hijo, que estoy disfrutando este momento de venganza por tu hermano.
Hijo:           ¡Pero papá!
Soldado:      Bueno muchacho, deja que tu papá disfrute la venganza… Mira esa cruz, que belleza, toda una máquina de tortura… aunque el que va a morir aquí no tiene cara de asesino, sino de Santo.. de Hijo de Dios.
Carpintero: ¡Cállate: no blasfemes!... ese maldito no merece vivir.. es un demonio.
Hijo:           ¡Escúchame padre… es que…!
Soldado:     Bueno, estamos hablando mucho, tengo que llevarme la cruz, ya terminó el juicio público (entre los dos toman la cruz y la sacan del escenario)…
Hijo:           (Grita a los que salieron) Papá.. no… esa cruz.. esa cruz es para…
Carpintero: (Entran los dos de nuevo al escenario)… ¡Espera!, te olvidas de la corona y la vara… recuerda, dale duro, cumple con tu promesa.. jajaja (le da la corona y la vara al soldado y regresa con el hijo).
Soldado: ¡Ah si… la crucifixión de Jesús será la mas dolorosa de la historia, gracias a ti.. jajajaja.
Carpintero: ¿Qué… ¿Qué dices?... ¿Jesús?
Hijo:           ¡Sí papá, ¡ vine a decirte eso, tu cruz no es para Barrabás, es para  Jesús, nuestro Señor.
Carpintero: ¿Qué?... ¡No!.. mi cruz… mi cruz no es para Jesús ¡Es para Barrabás!... (agarra y le grita al soldado)
Soldado:      ¡Lo siento amigo!... El pueblo pidió que liberaran a Barrabás y crucificaran a Jesús… Gracias a tu Jesús el maldito Barrabas fue perdonado y Cristo morirá en lugar de él llevando su castigo en la cruz… en tu cruz… jajajaja (sale)..
Carpintero: (Se arrodilla y habla mirando hacia el cielo)… Jesús… yo sé que tu podías escapar y no lo hiciste… Barrabás fue perdonado gracias a ti y ahora vas a llevar su cruz…. ¡Oh Dios!... perdóname a mí también que soy tan vil como Barrabás.

FIN.

ESCENAS DEL DRAMA
 


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