lunes, 23 de noviembre de 2015

UNA CARTA PARA MI HERMANO


Por Rev. Edgar Salas Rizzo

ESCENA I

Casa amoblada con mucho sonido (Se celebra una fiesta. Dos muchachos de diferentes personalidades, uno Cristiano, otro mundano).

En la fiesta llega el muchacho cristiano, cansado de su trabajo, y pasa a su cuarto.  En ese momento se van los que están en la fiesta y se queda el muchacho mundano ebrio con una botella en la mano. Sale el muchacho cristiano llamado José y le dice:

José:  Juan, párate, ve a dormir.

Juan:  Deja, ya va (con una actitud desordenada, ebria, etc.) ¿dónde están mis amigos?.

José:  Se fueron, oye, ven a darte un baño y te acuestas.

Juan:  ¡Deja!... quiero otro poquito más.

José:  Juan ven quiero hablar contigo.

Juan:  Déjame en paz ¿otra vez con tus sermones?. Déjame vivir mi vida, soy feliz así. Quiero un trago, una cerveza. Préstame dinero que necesito.

José:  ¿Para qué?

Juan:  Para comprar droga.

José:  ¿Qué?

Juan:  Droga, no entiendes, droga para mantenerme activo, quiero ir a celebrar mi cumpleaños.

José:  Juan ¿tú sabes lo que haces y qué dices?. No tienes miedo, no piensa en tu familia. Tu mamá, tu papá.

Juan:  A mi familia no le importo, mi mamá no me puede ni ver porque me insulta y no me deja hablar con ella. Mi papá se murió hace mucho tiempo, y al igual que yo tomaba, fumaba, etc.  Y si me hablas de Dios yo creo en Dios, y él me hace mis favores, yo le pido perdón, y oro igual que tú. En vez de decirme eso a mi díselo a otro. Yo se la Biblia y la Biblia dice: “no juzguéis para que no seáis juzgados”.

José:  Te entiendo, ¿y no dice la Biblia que todo buen árbol da buenos frutos?. ¿Cuáles son tus frutos si a la Biblia vamos dice en el camino de la santidad no pasará inmundo por él. Y no te has preguntado si con esa actitud entrarás?.

Juan: ya no más, un trago. Ya me voy déjame en paz, quédate con tu Biblia en la cabeza y si llama mi mamá dile que estoy durmiendo para que no se preocupe. (Se va).

(Se queda José, se sienta, se recuesta y le pide a Dios).


Juan: (orando). Señor, perdona a mi hermano, pasa por alto su falta, te ruego mi Dios que le des la oportunidad de ver tu luz, de conocerte, ayúdale, te lo ruega tu hijo con todo su corazón, espero en tí Señor ya que tú sabrás que hacer con él. Amén.... (Espera ansioso que llegue su hermano, pasan las horas y él no llega, después que pasa un buen rato, oye unos gritos y tocan a la puerta, al abrir entra su hermano bañado en sangre, corriendo con un arma en la mano).

José:  (preocupado) ¿qué pasó?.. Dime qué pasó por Dios.

Juan:  ¡Escóndeme!, maté a un hombre y me viene persiguiendo la policía que hago, por favor, ayúdame, ayúdame hermano (y le da el arma… José coloca la pistola sobre la mesa,  le dice que se cambien de camisa. Esconde a su hermano tras una cortina,  toma con su mano el arma  y en ese momento llega la policía abriendo la puerta de un golpe y lo ven con el arma en la mano).

Policía 1:      Es él¡ manos arriba!  (José suelta el arma y alza las manos).

Policía 2:      ¿Eres tú quien lo mató?... (José no responde).

Policía 1:    ¿No lo ves con el arma y la camisa bañada en sangre?, no hay duda quedas arrestado y se lo llevan.

ESCENA II
(José está en la cárcel y llega un policía y le dice):

Policía: Hoy en la tarde será ejecutado por el crimen cometido, si pide un favor dependiendo de la causa será concedido. (José lo piensa y le dice).

José:            Quiero escribir una carta y hablar con el gobernador.  ¿Será posible?.

Policía:       Está bien, el gobernador está aquí, escriba la carta que le avisaré (le dan un lápiz y una hoja y se va el policía).

(José llora sin decir nada mientras escribe. Después de que escribe la carta y la dobla y llega el gobernador. Los policías abren la puerta al gobernador y él entra y José le dice:)

José:  Podemos hablar a solas señor es un último favor que hará a este hombre, por favor no le haré daño.

Gobernador: (Habla con los policías) váyanse. (Se dirige a José).. dime… ¿qué quieres?.

José:            Quiero que le entregue esta carta a mi hermano Juan. Aquí está apuntada la dirección. Y le pido o le ruego que no sea leída por nadie, sólo por él, ya que seré ejecutado por un crimen cometido en esta tarde y júreme que no será revisado por nadie, prométalo por su gobierno señor gobernador.

Gobernador:          Te lo prometo.  (En ese momento llegan dos policías).

Policías:     José Díaz.

José:            Si… soy yo.

Policía:       Su hora ha llegado salga por favor. Con permiso señor gobernador.

José:            (le dice al gobernador) me lo prometió. (Y se va).

ESCENA III

Tocan la puerta a la casa de Juan, abre Juan y le entregan la carta, y el cartero le dice su hermano fue ejecutado esta tarde a las 3:00 pm y le dejó esta carta y se despide. Juan abre la carta y se pone a leerla donde dice:

Juan: (Leyendo la carta) “Hermano querido, como no puedo verte te escribo esta carta y sólo te pido que en memoria de mí, tomen mi personalidad, que seas lo que no eras, desde hoy harás una vida nueva, y darás gracias a cada mañana, a cada hora y cada momento, por darte una nueva oportunidad. Desde hoy tomarás mi lugar, mi trabajo, mi familia, mis amigos y sobre todo harás lo que yo hice. Cambia tu vida en memoria de mí te lo dice tu hermano que pagó la pena por  algo que no hizo sólo porque Dios lo quiso para darte una nueva oportunidad”.

         (Llora tanto que empieza a orar. Señor perdona mi pecado, gracias por amarme y corregirme, gracias te doy porque yo no lo merecía, reconozco que soy pecador que soy solamente algo sin sentido, no tengo poder para dejar lo malo, enséñame a buscar tu reino y tu justicia y has de mí lo que tú quieres que yo sea).

FIN


No hay comentarios:

Publicar un comentario